Hace unas cuatro semanas, tuve la suerte de asistir a la conferencia de la American Evaluation Association en Minneapolis, Minnesota. El tema de la conferencia de este año fue “Paths to the Future of Evaluation” (traducción: Caminos hacia el futuro de la evaluación”, con un fuerte enfoque en la igualdad, la diversidad y la inclusión; metodologías novedosas; y la evaluación centrada en la utilización.
Gracias a mis experiencias durante la conferencia, he podido mirar en la bola de cristal que muestra cuál podría ser el futuro de la evaluación y pude ver que:
El futuro de la evaluación incluye a todos. Esto significa adoptar un enfoque amplio y reflexivo a la hora de definir las partes interesadas de un programa y hacer todo lo posible por incluirlas en el diseño e implementación de proyectos de evaluación. Significa también asegurarse de que nuestra profesión sea diversa, y podamos beneficiarnos de las experiencias vividas y los conocimientos de todos de diferentes géneros, etnias, edades, orientaciones sexuales y habilidades.
El futuro de la evaluación combina nuevos métodos para recopilar y analizar datos cualitativos y cuantitativos. Esto podría propiciarse mediante el empleo creativo de tecnologías existentes, como el análisis de datos cualitativos asistido por computadora (CAQDAS), programas informáticos de explotación de texto o la herramienta de análisis cuantitativo flexible “R”. Esto significa que los evaluadores tendrán cada vez más herramientas para evaluar de forma sistemática la efectividad de las intervenciones mediante el uso de múltiples métodos que nos permitirán persuadir con la verdad en la mano a los que ocupan posiciones de autoridad a través de productos de evaluación basados en evidencia.
El futuro de la evaluación no se centrará simplemente en marcar casillas. Hoy más que nunca los evaluadores están interesados en saber cómo, o si, su trabajo es utilizado. Las presentaciones en la AEA abordaron enfáticamente formas prácticas de implementar un enfoque de utilización a cada paso del proceso: desde la fase de especificación del proyecto de evaluación hasta el diseño de los instrumentos de recolección de datos y la presentación final de los resultados. El enfoque centrado en la utilización no es una idea nueva, pero existe una generación nueva de evaluadores que está tomando estas ideas fundacionales y las están aplicando de forma novedosa.
Esta mirada al futuro me ha dejado con las ganas de más. Espero continuar la conversación sobre el futuro de la evaluación durante la próxima conferencia anual de la Canadian Evaluation Society en junio de 2020. No tengo dudas de que el tema de este año “Evaluation use: achieving our potential?” (traducción: Uso de la evaluación: ¿estamos logrando nuestro potencial?”) brindará a los evaluadores canadienses la oportunidad de expresar y compartir nuestra visión de futuro para lograr que el trabajo de evaluación sea de gran relevancia.
Allysa Olding, miembro de la CES